Formación SIGVAS en todo el territorio: una apuesta conjunta de Menarini y el IFMiL para reforzar la seguridad de los profesionales sanitarios
La violencia contra los profesionales de la salud es una realidad creciente que afecta gravemente al bienestar de los equipos y a la calidad asistencial. Según los primeros datos oficiales publicados por el Departamento de Salud, solo en Cataluña se registraron al menos 2.000 situaciones violentas durante 2024, la mayoría en centros de atención primaria, consultas externas y mostradores de información, y en un 89% de los casos en forma de agresiones no físicas, como insultos, intimidaciones o amenazas. Este incremento ha llevado a reforzar las medidas de prevención y a impulsar nuevas estrategias de apoyo a los profesionales.
Ante esta necesidad, Menarini, con la colaboración del IFMiL, ha desarrollado una acción formativa específica para dotar a los equipos sanitarios de herramientas prácticas de prevención y gestión: el curso Introducción al Sistema Integral de Gestión de la Violencia en el Ámbito Sanitario (SIGVAS), una formación intensiva de 4 horas lectivas centrada en el manejo del paciente agitado y en la autoprotección profesional.
Una formación extendida por todo el Estado
A lo largo de 2025, este programa se ha llevado a cabo en Alicante, Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, permitiendo formar a profesionales de diferentes servicios y especialidades a partir de un modelo práctico, vivencial y altamente aplicable al día a día asistencial. La formación proporciona herramientas prácticas en comunicación, desescalada emocional y gestión de crisis, combinando conocimientos clínicos, trabajo multidisciplinar y práctica simulada con casos reales para mejorar la seguridad y la eficacia asistencial.
Cada edición ha contado con grupos reducidos que han facilitado el aprendizaje personalizado, y en todas ellas se ha alcanzado un objetivo común: ofrecer una nueva mirada y nuevas herramientas para afrontar situaciones de crisis en las que la seguridad propia y del paciente son prioritarias. Según las valoraciones recogidas en los informes, el 100% del alumnado afirma que los contenidos son directamente aplicables a su entorno laboral, ayudándoles a complementar y mejorar los protocolos existentes y a incrementar la calidad asistencial. Los participantes también destacan la utilidad de las habilidades físicas, las estrategias verbales y las técnicas de control mental en situaciones de crisis.
Un compromiso compartido con la seguridad y el bienestar de los equipos
Desde el IFMiL, valoramos muy positivamente el desarrollo de esta iniciativa, que responde a una preocupación creciente entre los profesionales y que aporta una nueva perspectiva y herramientas concretas para gestionar de manera más segura y eficiente los episodios de agresividad en el ámbito asistencial.
La colaboración con Menarini permitirá continuar impulsando esta formación a lo largo del territorio, con el objetivo de extenderla progresivamente a más centros y equipos.
La protección de los profesionales es una condición imprescindible para garantizar una atención de calidad. Iniciativas como esta sitúan la seguridad, el respeto y la profesionalidad en el centro del modelo asistencial.